Hace unos años, mi amigo Daniel Tubau me dejó este librito, apenas sesenta páginas, que me cautivó por su sentido del humor. Tras mucho buscar, por fin lo he encontrado en una librería de viejo. De lo miles y miles de tratados que se han escrito sobre filosofía, éste es sin duda uno de los más divertidos. El libro es lo que el título indica, una guía para hacer pasar por experto en filosofía en cualquier reunión social, sin tener ni pajolera idea de lo que se está hablando, y pertenece a una colección que editó en su momento Mondadori llamada Guias del enterado, donde encontramos tambíen títulos para dárselas de experto en otros temas como música, márketing o sexo.
El autor del líbro que nos ocupa es Jim Hakinson, un profesor de filosofía, bastante prestigioso creo, que, para no abrumar al futuro impostor, comprime en poquísimo espacio la colosal historia de la filosofía y le da trucos para no caer en el ridículo. Un ejemplo de cómo despacha a Aristóteles:
“Fue un hombre insultantemente brillante. Hizo contribuciones a la Lógica (de hecho la inventó él), a la Filosofía de la Ciencia (sí, ésta también se la inventó él), así como a la Ética, la Filosofía Política, la Semántica, la Estética, la Retórica, la Cosmología, la Meteorología (y varias disciplinas más). Es raramente aconsejable decir nada descortés acerca de él, pero un profano audaz podría aventurarse a lamentar los fundamentos excesivamente Teleológicos de su Biología, o señalar que, por más que su teoría lógica fuera un notable logro, ésta se ha visto superada por los modernos desarrollos debidos a Fregge y Russel. Pero sea cuidadoso y nunca recurra a ello en una conversación con matemáticos, por más jóvenes que sean. Una vía relativamente segura es mostrarse algo despectivo frente a los aspectos más extravagantes de su Biología, como por ejemplo su siguiente afirmación relativa a la estructura genital de las serpientes:
“Las serpientes no tienen pene porque carecen de piernas; y no tienen testículos debido a su longitud” (De Generatione Animalium)”.
No suministra argumento para apoyar la primera afirmación, excepto que dicho aditamento se arrastraría dolorosamente por los suelos; pero la segunda se deriva de su teoría de la reproducción. Para Aristóteles el semen se produce en la columna vertebral (siendo los testículos una suerte de área de descanso para la viajera esperma); además el semen frío es estéril y, cuanto más deba viajar, más estéril, (y de ahí el hecho bien conocido, señala, de que los hombres dotados de penes largos son estériles). De manera que, siendo tan largas las serpientes, si el semen se quedara detenido en su camino serían estériles, pero como resulta que no lo son, ésa es la causa de que no tengan testículos. Maravilloso argumento. Y un buen ejemplo de sus excesos teleológicos, que en esta caso significa pasarse de listo.”
Sobre Zenón (500-440? a.c.) “Puso en circulación una serie de paradojas tendentes a demostrar que nada puede moverse. Aquiles y la Tortuga continúan siendo discutidos, al igual que la flecha: argumentó que posiblemente dicha flecha no llegara a moverse, lo cual, de ser verdad, hubiera sido una excelente noticia para S. Sebastián. Su argumentación gira mayormente en torno a si el tiempo y el espacio son infinitamente divisibles, o si uno o ambos están formados por quanta indivisibles: hay que mencionar esto para conferir a Zenón un aire de modernidad, pero si le piden que lo razone, es mejor cambiar de tema”.
Sobre Demócrito (450-360 a.c.) y Leucipo (450-390 a.c.): “En ocasiones se les cita como precursores de la teoría atómica moderna. Lo cual es totalmente falso, y puede usted ganar muchos puntos diciéndolo, toda vez que el punto crucial de los átomos de Demócrito es que no pueden dividirse, en tanto que el punto crucial de los átomos modernos es que sí pueden dividirse. Puede además citar que Demócrito rechazaba el sexo, si bien no se sabe si era debido a razones puramente teóricas, o a un accidente personal”. Y así continúa con los filósofos y los conceptos más importantes de la historia de la filosofía. Lo mejor del libro, es que, pese a estar escrito en un tono irónico o directamente jocoso, uno aprende bastantes cosas; tantas que incluso se sienten ganas de lanzarse a probar como impostor.
3 Reply to "Cómo dárselas de experto en filosofía"
Daniel Tubau on 8 de mayo de 2008, 11:20
Otro buen ejemplo, semejante al de las serpientes, que a menudo se utiliza para reducir a Aristóteles a una escala humana en un instante, es que decía que las mujeres tenían cuatro hileras de dientes ¡a pesar de haber estado casado con dos mujeres!
En defensa de Aristóteles uno podría decir, y así dárselas de todavía más experto, que estas equivocaciones quizá no se deban a Aristóteles, sino al hecho de que los escritos conservados de Aristóteles son apuntes de sus clases, tomados por alumnos quizá descuidados y torpes.
Hay un libro llamado "Estupidario de los filósofos" en el que, creo, se cita lo de los dientes de las mujeres y otras afirmaciones disparatadas de algunos filósofos.
puntomatic on 9 de mayo de 2008, 9:23
Gracias, Daniel. "Estupidario de lo filósofos" pasa inmediatamente a la bandeja de libros buscados. En defensa de los filósofos, hay que recordar que también se podrían escribir "Estupidiarios" de todos los gremios, ya sean científicos, políticos, artistas o futbolistas, aunque para los últimos harían falta varios volúmenes.
Anónimo on 24 de septiembre de 2009, 19:29
Frege solo tiene una g.
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