El autor juzgado (1) 1

martes, junio 17, 2008 | Escrito por | Etiquetas



"No me gusta Borges porque era un hijo de puta". Es una frase que he oído más de una vez, casi siempre a personas muy sensatas. Variantes de esta frase se escuchan también sobre Picasso, Dalí, Hemingway, Einstein y muchos otros personajes importantes de la cultura. ¿Y si Borges hubiera sido una persona modélica, ideal, un Atticus Finch de la literatura, se le leería más? Yo creo que hoy sería un personaje más querido, pero no más leído. El que no lee a Borges es, en un alto porcentaje, porque no quiere, porque prefiere leer otra cosa o porque simplemente no lee. Sin embargo, la tendencia a mezclar vida y obra del autor, de juzgar a una en función de la otra, es una costumbre que, lejos de remitir, se hace más fuerte con el paso de los años. En la obra Borges + Goya, el dramaturgo-artista Rodrigo García hace un retrato implacable y humillante del argentino. García le condena principalmente por su pasividad frente a la dictadura militar de Videla. La obra, -en realidad un monólogo con apoyo visual- es un manido intento de reflexión sobre el papel del artista en la sociedad: machaca al Borges ciudadano pero admite la fascinanción por la obra borgiana. La ceguera de Borges es usada como recurso narrativo para evidenciar su otra ceguera: la que le impedía ver los crímenes de la dictadura. Supongo que es inevitable pensar que Borges, como personaje público debió de luchar contra el cruel regimen de Videla, debió de decir y hacer cosas que no dijo ni hizo, debió de ayudar a personas detenidas injustamente, o si las ayudó, debió hacerlo público. Pero teniendo en cuenta su torpeza con la política y su peculiar idiosincrasia, Borges no hubiera podido ayudar mucho. Andre Gide opina en su diario que "Goethe contribuyó más a la felicidad de lo demás relatando su vida feliz que si hubiera empleado esa vida en luchar contra la miseria de aquellos". Como Goethe, Borges tenía un talento excepcional para la literatura, para crearla y también para divulgarla, pero ninguno para las declaraciones políticas. Algunas de estas declaraciones son, a todas luces, muy desafortunadas. Esta ingenuidad política, asombrosa en alguien de su inteligencia, unida a una timidez que se confundía frecuentemente con cobardía o arrogancia, pusieron al escritor en el punto de mira de los sectores más peleones de la izquierda internacional, en teoría "por no hacer nada para ayudar al pueblo". Pero si lo hizo: en este mismo momento, alguien, en algun lugar del mundo, está consolando en parte su sufrimiento leyendo quizá El Aleph.

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1 Reply to "El autor juzgado (1)"

Daniel Tubau on 1 de febrero de 2009, 13:54

Es cierto que Borges hizo al menos tres declaraciones detestables desde el punto de vista político. No son muchas para una larga vida, en la que también tuvo aciertos, como su rechazo al peronismo,por el que tantos argentinos se sintieron y aún se sienten fascinados; y la lucha decidida en artículos publicados contra el nazismo, cuando también muchos de sus compatriotas apoyaban diversas formas de fascismo.
Pero nunca se convirtió en un propagandista de esas dictaduras, cosas que sí hicieron y siguen haciendo tantos intelectuales, como el padre de Rodrígo García: Gabriel García Márquez. Eso no excusa a Borges, pero hace poco comprensible tanta saña contra él, dada la desproporción en las actitudes de unos y otros.

 
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