Abarrotada sala de prensa donde corresponsales de todas las naciones esperan expectantes la intervención del presidente de los Estados Unidos. Cuando entra, Obama es recibido más como un ídolo del rock que como un político: los periodistas dejan de serlo y se convierten en fans. Obama se deja querer y les obsequia con bromas y chascarrillos. Multitud de manos levantadas piden turno para preguntar con insistencia y paciencia infinitas. Sólo les falta gritar “¡yo, yo!” como hacen los niños cuando quieren intervenir en un juego. Obama pasea la mirada entre los ansiosos rostros y señala con el dedo a unos pocos afortunados. Son los elegidos, los que podrán decir que el gran gurú respondió a una pregunta suya. La charla se desarrolla en un tono amistoso y relajado, y cuando el presidente se levanta para irse, los periodistas políticos, que rara vez se salen de una neutralidad estándar, le despiden con un afectuoso aplauso, algo inaudito en este tipo de convocatorias. No acorralan al presidente con preguntas incómodas, quieren hacerse una foto con él. Los periodistas TAMBIÉN quieren a Obama.
El carisma de este hombre no decae, de hecho no parece tener límite. Yo… admito que no soy inmune a su encanto. No sé si es más honrado o capaz que los demás líderes, pero lo cierto es que es el único que me convence, aunque sé positivamente que es un juicio totalmente aleatorio. Pero después viene un pensamiento pesimista: ¿cuánto durará esto? ¿Cuándo dejará de parecernos tan majo Obama? ¿Será en la segunda legislatura, -en el caso de que fuera reelegido- o seguirá siendo idolatrado el resto de sus días? Otra posibilidad, por desgracia no tan remota, es que lo asesinaran. En ese caso asistiríamos al nacimiento de un nuevo Mesías.
1 Reply to "Los periodistas también quieren a Obama"
Et purpura on 4 de abril de 2009, 15:45
Es q el chico es popular ;P
***y por lo de desenkntada del amor, pues no c, pero antes mi mfavorito era el color negro (o ausencia de color) nunk habia oido eso
Leave a Comment